La endodoncia es una intervención preventiva que se realiza en el diente para limitar la lesión y evitar un mal mayor como la pérdida de la pieza dentaria. Consiste en la eliminación del tejido pulpar o nervio que esta dentro de las raíces dentarias, y su posterior relleno con un material biocompatible, para mantener el diente y su función masticatoria.
¿Cuándo hay que realizar un tratamiento de endodoncia? Cuando el tejido pulpar ha sido afectado por alguna causa, como caries profunda, traumatismos, etc. El síntoma más común es dolor del diente, en intensidad variable, que, en muchos casos, no cesa con los analgésicos y antiinflamatorios habituales, llegando incluso a formarse un flemón o absceso por las bacterias que contaminan dicho tejido.
¿En qué consiste el tratamiento de endodoncia? 1ª: Pruebas diagnósticas: exploración clínica y radiografías para determinar el grado de afectación, longitud, forma y numero de raíces del diente, entre otros datos. 2º: Aislamiento del diente, para asegurarnos que no haya contaminación durante el tratamiento 3º: Eliminación del tejido pulpar afectado, con una serie de instrumentos finos y largos llamados “limas” que permiten limpiar y conformar el conducto, junto con irrigación de sustancias desinfectantes, que aseguran la eliminación de las bacterias que afectan al tejido pulpar. Este paso es clave para el éxito del tratamiento endodóntico. 4º: Una vez limpios y conformados los conductos radiculares, se rellenan con un material inerte biocompatible que los dejará perfectamente sellados y aislados de las bacterias que causan inflamación e infección del diente.
Aquí se puede ver un video que explica paso a paso cómo se hace una endodoncia: https://www.youtube.com/watch?v=j0Ig2Z2CxXM
¿Duele el tratamiento de endodoncia? Actualmente, con las técnicas anestésicas locales, el dolor es prácticamente inexistente, salvo que hubiera infección previa que dificulte el efecto del anestésico local, en cuyo caso, se medicará al paciente por vía oral durante unos días antes del tratamiento para reducir la infección y asegurar que la anestesia local sea efectiva durante el tratamiento. Después del tratamiento pueden aparecer molestias al masticar durante unos días, que se resuelven con medicación posterior al tratamiento con analgésicos y antiinflamatorios.
¿Qué controles posteriores necesita? Una vez realizado el tratamiento, se requieren controles radiográficos posteriores, y tras dicho control, se puede realizar la restauración del diente. Dependiendo de su grado de destrucción, la restauración se hará con obturaciones (empastes), pernos, incrustaciones o coronas (fundas).