
En España padecen ASMA un 5% de los adultos y un 10% en niños.
El Asma es una enfermedad crónica debida a una inflamación de los bronquios, que impide la entrada de aire a los pulmones. Los desencadenantes, pueden ser alérgenos , agentes infecciosos, predisposición genética o sustancias irritantes del medio ambiente , y la pueden agravar otros factores como el tabaquismo, la obesidad, etc. Requiere un tratamiento continuado en la mayoría de los casos, que permita al paciente llevar una vida normal. Es una de las principales causas de absentismo escolar y laboral.
Para el tratamiento de las afecciones respiratorias no infecciosas, se usa la vía inhalatoria, tanto preventiva como en crisis aguda. La medicación que se utiliza por esta vía se la relaciona con reacciones adversas a nivel de tejidos duros y blandos de la cavidad bucal.
Algunos de estos medicamentos provocan una disminución del flujo de saliva y un aumento de microorganismos con actividad cariogénica como los estreptococos y lactobacilos. El contenido de azúcar es otro factor a tener en cuenta, en el caso de los jarabes, ya que siempre quedan restos en la boca que benefician a las bacterias que producen la caries, la saliva se hace mas ácida, lo que actúa sobre los elementos del esmalte dentario, reblandeciendolo y favoreciendo la perdida de sustancia calcificada del diente, lo que acelera el avance de las caries. Hay estudios que relacionan el asma y la erosión del esmalte dentario que causan la perdida del mismo.
Cuando la enfermedad se presenta en edades tempranas ( niños ), podrían influir en el crecimiento y desarrollo, ya que pierden el apetito, comen mal y vomitan tras los excesos de tos; algunos medicamentos antiistaminicos, interfieren la acción de la hormona del crecimiento, los corticoides que suelen administrarse, también influyen en la velocidad del crecimiento retrasandolo. Debido a las dificultades respiratorias, se observa frecuentemente en estos niños, anomalías de posición de los dientes, mordidas cruzadas, paladar ojival, producidas como consecuencia de la respiración bucal, al tener las vías aéreas superiores obstruidas. Esta misma situación influye en la aparición de gingivitis ( inflamación de las encías ).
Como conclusión es evidente la importancia de los controles médicos y odontológicos, siendo necesario para el tratamiento de estos pacientes un equipo multi-disciplinario de profesionales que controle las cuestiones antes expuestas, así mismo contar con programas educativo-preventivo especifico para esta enfermedad.
El Asma es una enfermedad crónica debida a una inflamación de los bronquios, que impide la entrada de aire a los pulmones. Los desencadenantes, pueden ser alérgenos , agentes infecciosos, predisposición genética o sustancias irritantes del medio ambiente , y la pueden agravar otros factores como el tabaquismo, la obesidad, etc. Requiere un tratamiento continuado en la mayoría de los casos, que permita al paciente llevar una vida normal. Es una de las principales causas de absentismo escolar y laboral.
Para el tratamiento de las afecciones respiratorias no infecciosas, se usa la vía inhalatoria, tanto preventiva como en crisis aguda. La medicación que se utiliza por esta vía se la relaciona con reacciones adversas a nivel de tejidos duros y blandos de la cavidad bucal.
Algunos de estos medicamentos provocan una disminución del flujo de saliva y un aumento de microorganismos con actividad cariogénica como los estreptococos y lactobacilos. El contenido de azúcar es otro factor a tener en cuenta, en el caso de los jarabes, ya que siempre quedan restos en la boca que benefician a las bacterias que producen la caries, la saliva se hace mas ácida, lo que actúa sobre los elementos del esmalte dentario, reblandeciendolo y favoreciendo la perdida de sustancia calcificada del diente, lo que acelera el avance de las caries. Hay estudios que relacionan el asma y la erosión del esmalte dentario que causan la perdida del mismo.
Cuando la enfermedad se presenta en edades tempranas ( niños ), podrían influir en el crecimiento y desarrollo, ya que pierden el apetito, comen mal y vomitan tras los excesos de tos; algunos medicamentos antiistaminicos, interfieren la acción de la hormona del crecimiento, los corticoides que suelen administrarse, también influyen en la velocidad del crecimiento retrasandolo. Debido a las dificultades respiratorias, se observa frecuentemente en estos niños, anomalías de posición de los dientes, mordidas cruzadas, paladar ojival, producidas como consecuencia de la respiración bucal, al tener las vías aéreas superiores obstruidas. Esta misma situación influye en la aparición de gingivitis ( inflamación de las encías ).
Como conclusión es evidente la importancia de los controles médicos y odontológicos, siendo necesario para el tratamiento de estos pacientes un equipo multi-disciplinario de profesionales que controle las cuestiones antes expuestas, así mismo contar con programas educativo-preventivo especifico para esta enfermedad.