El cloro es un compuesto químico, utilizado para mantener el pH del agua y dejar las piscinas libres de hongos, microorganismos, bacterias etc…
Pero este pH del agua entra en contacto con el nuestro y al ser mas elevado que el de nuestra boca, provoca que las proteínas de la saliva se descompongan mas rápido creando la placa y mas tarde el sarro.
El cloro de la piscina y los dientes, no mantienen una buena relación ya que el exceso de este, puede producir una erosión ácida en el esmalte de los dientes dañandolo y ocasionando la aparición de placas de sarro, y manchas marrones o amarillentas en los dientes, se conoce como: “ sarro del nadador “. Además puede tener mas probabilidad de sufrir periodontitis y gingivitis.
Pero para que todo esto ocurra se debe estar mas de 6 horas en el agua todos los días.
Según un estudio realizado por la Universidad de Guayaguil,a nadadores profesionales,
El 2,63% presentó erosión dental.
El 73,69% presentaron manchas blancas a nivel del esmalte.
El 23,68% no presentaron ninguna alteración.
Recomendaciones:
Utilizar pastas y enjuagues con flúor, y procurar no abrir la boca dentro del agua, mantener una buena higiene y acudir a tu dentista de manera habitual.
Conclusión:
El cloro del agua de las piscinas, perjudica a los dientes pero en grandes dosis, disfrutad del verano, de la piscina y del tiempo libre.