
Consuelo y tranquilidad, es lo que encuentran los pequeños que practican éste hábito; muchos de ellos lo hacen mientras están en el vientre materno.
La succión de dedo es tan común, que llega a ser considerada normal, ya que está presente en el 50% de los menores de 4 años; se inicia en el primer año de vida y es bastante frecuente que persista hasta los 4 ó 5 años y podria no ser nocivo en muchos casos; esto depende de la forma en que succione el dedo, de la frecuencia, e intensidad y duración del hábito, ya que no es lo mismo que el niño coloque pasivamente el dedo/s en la boca a que lo succione con tal intensidad que le provoque lesiones en los mismos.
Como todo hábito, es un acto repetitivo de acción inconsciente.
La problemática que podrían generar en las estructuras de la boca, son a nivel de hueso ( paladar estrecho, prognatia , retrognatia, a nivel muscular ( alteraciones en la fuerza de los labios , de la contracción y de la madurez durante la succión y deglución, problemas fonéticos y de persistencia de otros hábitos como la intersección lingual) a nivel de dientes ( mordidas cruzadas, uni o bi laterales, abiertas etc...).
En muchos casos se hace necesaria la inter-consulta con psicológo cuando los hábitos son muy compulsivos.
Es conveniente explicar con modelos las consecuencias al niño y hay aparatos que pueden reconducir el hábito. Entre ellos encontramos los fijos y/o removibles. como son : el boton de Nance, rejillas palatinas fijas, estas últimas pueden ganerar exito de tratamiento por encima del 80%.
No hay suficientes datos a cerca de la respuesta a tratamientos con farmacos, aunque en alguna literatura se hacen referencias a sedación y tratamiento como transtorno obsesivo- conpulsivo. Nuestro criterio al respacto es la no conveniencia de medicar en niños de corta edad, salvo que sea estrictamente imprescindible, dado que no se conocen las posibles afectaciones al crecimiento y desarrollo.